A levantar cabeza toca

Son muchos los destinatarios para la culpabilidad de la eliminación del Real Madrid en la Liga de Campeones ante el Olympique de Lyon. Es muy fácil enfocar un punto de mira para realizar una avalancha crítica destructiva, y emplear toda la ira que se ha sufrido a lo largo de la eliminatoria para condenar a un entrenador, a unos jugadores o a una junta directiva. Es un planteamiento tonto. Para todo aquel que se sienta madridista, esta semana tiene que servir de reflexión y calma, para valorar los fallos cometidos, para preludiar triunfos futuros a partir de la plantilla vigente, y de mostrar todo el apoyo posible al equipo que ilusiona domingo tras domingo. Es irrisoria la actitud que mantiene cierto diario deportivo cuando el Real Madrid queda sufre alguna derrota o queda eliminado de alguna competición, ya que intentan cortar la cabeza del primero que se le pone por delante para justificar la "crisis" que pueda padecer el vestuario blanco.
Tenemos que entender que el fútbol es así de cruel y así de bonito a la vez. Un día ganas en el último minuto, y el siguiente pierdes injustamente a pesar del ímpetu y el ahínco que hayas mostrado a lo largo de noventa minutos. No hay que culpar a Pellegrini por quitar a Kaká en lugar de a un defensa, no hay que culpar a Higuaín por fallar dos ocasiones en los primeros cuarenta y cinco minutos, no hay que culpar a Guti por ser ángel y demonio. Todo es cuestión de causalidad. Si hubiera entrado la ocasión de Higuaín, quizás el Olympique hubiese abierto más sus líneas y el Real Madrid hubiera gozado de una infinidad de ocasiones, de las cuales seguramente habría materializado más de una. Pero todo eso es hacer castillos en el aire, ya que ahora la realidad es la eliminación del Real Madrid en la Champions Legue el año en que se celebra la final en el estadio Santiago Bernabéu.
Realizando una crítica constructiva e ilusionante, podremos pensar en que el Real Madrid terminará la temporada realizando un fútbol excelente, con Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo como principales valedores, y que para el año que viene el multimillonario proyecto de Florentino Pérez quedará consolidado y listo para presentar una candidatura firme para optar a la tan añorada Liga de Campeones. Sin embargo, siguen quedando algunos matices sueltos que deben quedar totalmente aclarados: rendimiento de Kaká, la necesidad de fichar a Ribéry o el cuidado de la cantera, entre otras cosas. A Kaká habría que plantearle un ultimátum hasta final de temporada para que desfogue y desarrolle su mejor juego, porque de lo contrario, sí que se podría hablar de un batacazo de fichaje (en una situación similar se encuentra Benzemá, estrellado en este proyecto); en el tema de las nuevas incorporaciones, habría que vislumbrar las necesidades reales que tiene este equipo de incorporar a un jugador como Ribéry, en lugar de a Navas o a Silva; pero una cuestión fundamental es apoyarse en savia nueva desde abajo, con la incorporación paulatina de diversos jugadores que se encuentren en las categorías inferiores del club. Sin embargo, como siempre, el ansia y el marketing triunfarán.
Otra cuestión que también puede analizarse es el empobrecimiento en cuanto a calidad, que está sufriendo la Liga BBVA. Los equipos españoles que están jugando en Europa salen al campo con un sistema de juego lento e ineficaz, que en Europa puede ser (y de hecho está siendo) mortal. Eliminación del Villareal y Athletic en Europa League, junto al Atlético en Champions, actual eliminación del Real Madrid, y ajustado planteamiento (en todos los casos empates) de Barcelona, Sevilla, Valencia y Atlético de Madrid, para la semana que viene. Todo es diferente. La intensidad, la forma de juego o simplemente, el coraje que deben depositar los futbolistas, puede ser clave para pasar de ronda y poder acceder al campeonato.
Total, que el Real Madrid ha quedado fuera por sexto año consecutivo de la Champions, y que ahora queda la Liga para maquillar esta temporada, que puede ser un ensayo de lo que acontecerá en años venideros.

Volvió el Madrid épico

El Real Madrid realizó un épico trabajo el día de su 108 aniversario, venciendo al Sevilla por 2 goles a 3. Los de Pellegrini plantearon una primera mitad muy pobre, sin el aliciente de buen juego y espíritu que han podido desarrollar en otros partidos.
En los primeros primeros veinte minutos espesos, el Sevilla consiguió el primer gol tras un fallo encadenado de Sergio Ramos, que no cubrío bien el centro al área al que no llegó Albiol, para que finalmente Xabi Alonso, en una disputa con Negredo por el balón, anotara en propia puerta el gol visitante. Los de Nervión comenzaron a sentirse cómodos en el centro del campo, con la seguridad de Zokora y el acompañamiento de Navas y Perotti, que realizaron varios ataques peligrosos por las bandas defendidas por Ramos y Arbeloa. Hasta entonces el Madrid creaba peligro con alguna internada de Cristiano o con algún disparo desde fuera del área, con resultado ineficaz. Xabi Alonso fue el único que entendió que había que cambiar el juego por las bandas para que el peligro llegara con envíos al área e internadas en los extremos, ya que el centro de la defensa era un muro infranqueable por el que Kaká insitía continuamente en entrar, con evidente frutración.

Mientras que todas las quinielas señalaban a que Guti fuera el salvador de este guión, Dragutinovic marcaba el 0-2 de falta directa, en el que de nuevo Xabi Alonso y Casillas estuvieron muy despistados. En ese momento todo cambió: entraron en el campo Guti y Van der Vaart para sustituir a Lass y Arbeloa. El Madrid ganó en creatividad, en ofensividad y en rápidez y claridad en el juego. La respuesta de los blancos no tardó en llegar, cuando Cristiano pinchó el balón dentro del área pequeña tras un pase de Marcelo. Cuatro minutos después el ex-sevillista Sergio Ramos, consiguió el segundo de cabeza.
El guión parecía perfecto, todo iba a salir a pedir de boca de manos del conjunto madridista. Sin embargo, el asedio y el dominio local, capitaneado por un genial Guti no se materializaba con el gol de la victoria. En el tercer cambio, el ingeniero apostó por Raúl (todo el estadio se puso en pie para recibirlo) para sustituir al nefasto Kaká, que no encontraba huecos ni espacios en ese continuado ataque de su equipo. El peligro creció, pero los palos, las intervenciones de Andrés Palop y una chispa de mala suerte obstaculizaron la victoria blanca hasta el minuto 92, cuando Van der Vaart remachó un rechace de Palop tras un cabezazo de Higuaín. Era el 3-2. El Santiago Bernabéu parecía venirse abajo, la magia volvió y el sueño que parecía imposible se hizo realidad.



Ficha técnica:

3 - Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Garay, Raúl Albiol, Arbeloa (Van der Vaart, m.55); Lass (Guti, m.55), Xabi Alonso, Marcelo; Kaká (Raúl, m.75), Cristiano Ronaldo e Higuaín.

2 - Sevilla: Palop; Konko (Adriano, m.20), Stankevicius, Dragutinovic, Fernando Navarro; Jesús Navas, Fazio, Zokora, Capel (Kanouté, m.46); Perotti; y Negredo (Duscher, m.75).

Goles: 0-1, m.10: Xabi Alonso en propia puerta. 0-2, m.53: Dragutinovic. 1-2, m.Cristiano Ronaldo. 1-2, m.60: Cristiano Ronaldo. 2-2, m.64: Sergio Ramos. 3-2, m.91: Van der Vaart.

Árbitro: Iturralde González (comité vasco) Amonestó a Arbeloa (31), Marcelo (86) y Van der Vaart (91) por el Real Madrid, y a Dragutinovic (13), Stankevicius (26), Capel (44), Fernando Navarro (58) y Kanouté (61) por el Sevilla.