lunes, 23 de agosto de 2010

Pasado, presente y futuro con Giggs, Scholes y Neville

(Publicado en El Pueblo de Albacete el 23 de agosto de 2010)



El Manchester United registra un elenco de futbolistas dentro de su seno deportivo que han desarrollado los valores del club a la perfección durante las últimas décadas


Durante las dos últimas décadas, el Manchester United mantiene una base férrea para sostener los pilares del club. El técnico, Alex Ferguson y varios de sus jugadores son las claves para entender que dentro de este equipo se toma en serio la veteranía y la solera de sus profesionales, otorgándoles unas responsabilidades en el seno del club. Ryan Giggs, Paul Scholes y Gary Neville son esos tres futbolistas que llevamos viendo casi veinte años y que todavía funcionan a las mil maravillas con la camiseta de los red devils. 

Desde Eric Cantona a Wayne Rooney, pasando por David Beckham y Cristiano Ronaldo, estos tres futbolistas han vivido la gloria futbolística con el club que les ha visto formarse como profesionales. Champions Leagues míticas como la del Camp Nou en 1999, varios campeonatos de la Premier League, FA Cup, Carling Cup y numerosas Community Shield, rellenan sus currículums y les avalan como los mejores sucesores de sir Alex Ferguson.

Después de que Ryan Giggs anunciara hace unos días su deseo por entrenar al Manchester, sus destinos futbolísticos podrían desembocar en un tridente técnico formado por Scholes, Neville y el propio Giggs, una medida que ya ha sonado en las inmediaciones de Old Trafford y que contaría con el consentimiento de los aficionados ingleses.

Este club siempre ha entendido que la veteranía de sus futbolistas debe ser uno de los valores fundamentales para sostener sus proyectos deportivos. En este sentido, además de nuestros tres protagonistas, aparecen Erdwin Van der Sar, Wayne Rooney, Rio Ferdinand, Wes Brown o John O´Shea como principales valedores para seguir con la concepción de equipo sostenido por los valores del Manchester. 


Protagonistas en el juego

Los tres jugadores tienen cualidades más que suficientes para resistir en las cuatro competiciones que juega el equipo inglés, a tenor de la edad que tienen. Giggs es extremo de 36 años que tiene un enorme desborde por la banda izquierda y se ha consolidado como un temido rival para todos los laterales derechos de Europa. En los últimos años funciona como revulsivo en el equipo de Ferguson, pero siempre responde adecuadamente a las pretensiones del equipo. Por su parte, Paul Scholes reparte el juego a su gusto y se hace dueño y señor del centro del campo cuando salta al césped. A sus 35 años sabe dominar el balón y distribuirlo a sus compañeros con una sobresaliente calidad. Uno de sus últimas apariciones decisivas fue en la final de la Community Shield, donde este pelirrojo asmático fue el protagonista del encuentro, oxigenando el balón a las bandas y jugando pelotas en largo para detrimento de la defensa del Chelsea (que finalmente perdió por 1-3).

En cuanto al vigente capitán, Gary Neville -también con 35 años-, sabe echarse el equipo a las espaldas para sacar su pundonor al campo y correr la banda derecha como un auténtico rayo. Estas cualidades le han llevado a la cima deportiva con el club inglés.

Los tres jugadores ya han entrado en el privilegiado círculo de leyendas del Manchester United, junto a Mark Hughes, George Best Dennis Law o Bobby Charlton.

sábado, 14 de agosto de 2010

Diego Forlán, el eterno Pichichi de Uruguay

(Publicado en El Pueblo de Albacete el 12 de agosto de 2010)







La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) ha estimado que el trofeo al máximo goleador de la liga charrúa debe llevar el nombre del delantero del Atlético de Madrid


Numerosos éxitos y numerosos futbolistas han encumbrado la gloria con el fútbol uruguayo a lo largo casi un centenar de años. Primer selección que logra una Copa del Mundo, el Maracanazo que ahogó el Mundial de Brasil en 1950 o tintes de enorme calidad de futbolistas como Enzo Francescoli, no han sido suficientes motivos para decidir que una página de oro en el fútbol uruguayo desemboque en que Diego Forlán ponga nombre al trofeo de máximo goleador de la Liga de Uruguay.

La competición que comenzará el próximo 14 de agosto homenajeará así la labor empleada por el jugador del Atlético de Madrid, que ha sido uno de los cuatro máximos goleadores del Mundial de Sudáfrica -junto a Villa, Müller y Sneijder- así como el Balón de Oro otorgado por la FIFA. Con tales premisas, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) ha entendido que este trofeo debe llevar el nombre de Diego Forlán, puesto que ha creado un nuevo capítulo en la historia del fútbol uruguayo. 

Por otro lado, y aumentando el número de novedades para la edición de la Liga 2010-11, la AUF ha anunciado también que habrá algunos trofeos especiales más: para el mejor jugador de la competición liguera, para el gol más bello de todos los marcados en el torneo, para el particular Trofeo Zamora -guardameta con el promedio goleador más bajo- y un reconocimiento para el juego limpio empleado.


Un crack goleador

La calidad de Forlán va siempre unida a la precisión y la potencia de sus disparos, que en muchas ocasiones se disfrazan de un efecto mortal para los porteros que los reciben. Tanto en la Liga de España como en el Mundial de Sudáfrica, ha demostrado merecer los galardones obtenidos hasta el momento, además de los logros por equipos, tanto con su selección nacional -cuarta posición en la última Copa del Mundo- como con el Atlético de Madrid a nivel de clubes -consiguiendo el título de la Europa League-.

Con el Villarreal y el Manchester United también vivió unos años como goleador nato, tras conseguir tres títulos con el conjunto de Alex Ferguson y el Trofeo Pichichi y Bota de Oro (2004-05) con el Villarreal, así como ampliar los horizontes deportivos del equipo español, con presencia en Champions League y un gran peso en la Liga española.

Las refencias futbolísticas de Forlán bien merecen la catalogación de ser uno de los mejores delanteros de la historia charrúa y del mundo, con lo cual, el nombramiento del Trofeo Diego Forlán seguirá siendo avalado positivamente por el jugador.

jueves, 12 de agosto de 2010

Catedrales del fútbol con dimensiones astronómicas

(Publicado en El Pueblo de Albacete el 8 de agosto de 2010)


(Imagen del Estadio Azteca de México)

La historia del fútbol va ligada a una serie de sucesos y anécdotas, que se dan la mano con la remesa de jugadores que tiñen con letras de oro cada capítulo futbolístico escrito década tras década. Sin embargo, hay una serie de protagonistas que son imprescindibles para que se pueda acometer tal premisa. El escenario donde se desatan las ilusiones, donde los aficionados rajan sus gargantas, donde los jugadores demuestran su talento y, sencillamente, donde se disputan los encuentros. 

Los estadios de fútbol son símbolos para los clubes, el lugar sagrado en el que se desarrolla la historia de cada equipo, para bien o para mal. Tanto es así, que muchos de las acontecimientos más conocidos de la semblanza futbolística tienen como protagonista a un estadio: Maracaná, Heysel, Wembley, Camp Nou, etcétera.

Aunque la pasión por el fútbol y el fuerte de este ámbito deportivo se fomente con más intensidad en Europa, este continente no alberga a los estadios más grandes del mundo, puesto que los seis primeros en extensión se encuentran en Asia y América. El campo de fútbol más grande de toda Europa es el Camp Nou -con 98.787 localidades-, que se encuentra situado en el séptimo puesto del ránking mundial.


El más grande

No obstante, el monstruo internacional de los estadios deportivos lo podemos encontrar en Corea del Norte, en el Estadio Rungnado May Day que dispone de una capacidad para 150.000 espectadores, una cantidad que supera en casi la mitad al madrileño Santiago Bernabéu -con 85.354 plazas- que se encuentra el decimotercer lugar de la lista internacional. El campo norcoreano se convirtió así hace 21 años en el lugar más amplio del mundo donde se puede practicar el deporte rey, desbancando a estadios como el Saltlake Stadium (India) y Estadio Azteca (México), con capacidad para 120.000 y 114.600 espectadores respectivamente. Les siguen el Estadio Nacional Bukit Jalil de Kuala Lumpur  (Malasia) con 110.000 personas y el Melbourne Cricket Ground de Melbourne (Australia) con capacidad para 101.000 futboleros aproximadamente.

Unas cifras un tanto paradójicas, teniendo en cuenta que en estos países la inversión que se realiza en el fútbol es mucho menor que la que puedan desarrollar países europeos como España, Inglaterra, Italia, Alemania o Francia. En estas potencias no se puede contemplar la grandiosidad visual con la que cuenta el Rungnado May Day, pero sí que se viven las emociones a niveles estratosféricos que realmente es lo que importa en esto del fútbol.

La remodelación de estadios de fútbol es un capítulo muy repetido en la historia contemporánea, que sirve para realzar la entidad y acoger a más aficionados con el paso de los años. Highbury Stadium y Wembley son dos de los estadios más conocidos mundialmente que pasaron a los fastos de la historia y son recordados como emblemas del fútbol, para ser renombrados en la actualidad como Emirates Stadium (año 2006) y Nuevo Wembley (año 2007), respectivamente. Estos dos ejemplos sirven para vislumbrar la posibilidad en un futuro cercano de que auténticos símbolos españoles como Nou Camp y el Santiago Bernabéu puedan remodelar en cierta medida su capacidad para los aficionados, que a fines prácticos, son los que disfrutan del espectáculo futbolístico.


Funciones diversas

Estos lugares tienen polivalencia para el desarrollo de actividades, ya sean deportivas o ajenas a ellas. Así, se han podido contemplar conciertos, discursos políticos o inauguraciones de otros eventos deportivos en muchos de estos estadios. La década de los ochenta fue una época que bien sirvió para recrear gran parte de la actividad musical del momento en algunos de los estadios más conocidos, como el ya nombrado Wembley inglés. Además, en la retina de todos los amantes del fútbol quedarán grabadas para siempre las imágenes de la tragedia de Heysel (Bélgica), donde murieron 39 personas en mayo del año 1985, antes de la final de la Copa de Europa que enfrentaba a la Juventus y al Liverpool.

No obstante para el buen aficionado al deporte rey, el estadio de fútbol es un lugar casi sagrado, la catedral por la que hay que pasar anualmente para apoyar incondicionalmente al equipo en cuestión, un teatro de sueños infinitos.

martes, 3 de agosto de 2010

Raúl González, el Ave Fénix del fútbol, aterriza en territorio alemán



(Publicado en El Pueblo de Albacete el 29 de julio de 2010)


El eterno capitán del Real Madrid vivirá una nueva aventura en el Schalke 04, donde intentará conseguir el reto de convertirse en el máximo goleador en competiciones europeas de clubes

Cuenta la mitología que en los jardines del Paraíso nació un ave que tenía la capacidad de resurgir de sus cenizas y desarrollar un nuevo ser, llamado Fénix. El universo del fútbol ha registrado puntualmente la presencia de algunas figuras que cumplen a la perfección con la definición renacentista de una trayectoria profesional, con la capacidad única de renacer y crearse a sí mismos.
Continuamente criticado a lo largo de sus últimas temporadas en el Real Madrid, Raúl González Blanco ha sabido contestar a sus detractores más fieles de la manera que mejor sabe: marcando goles. Ha tropezado, ha fallado, ha sufrido rachas malas, pero finalmente se ha levantado y ha resurgido siempre de sus cenizas para dirigir a un equipo a veces endeble, a veces vitoreado a nivel mundial, y también, porqué no decirlo, siendo el hazmerreír de todo Europa (con eso del chorreo, entre otras cosas). Ahora se enfrenta a una nueva etapa de su vida profesional en Gelsenkirchen para jugar en el Schalke 04, donde podrá seguir demostrando su ahínco y su fortaleza dentro y fuera del terreno de juego. Firma para dos temporadas y tendrá la oportunidad de jugar la Champions League, donde quizás pueda enfrentarse al equipo de su vida.
Una carrera como la del siete del Madrid es envidiable, ya que no muchos futbolistas pueden presumir de reventar récords durante dieciséis años consecutivos.
Para él no hay barreras. España y Europa han sufridos sus centenares de goles, consiguiendo seis Ligas, cuatro Supercopas de España, tres Champions League, dos Copas Intercontinentales y una Supercopa de Europa. Un palmarés que deja sin palabras a cualquier crítico que pretenda restar importancia al papel de Raúl a la hora de obtener estos títulos, puesto que precisamente él ha sido el mayor baluarte del equipo para conseguirlos. En este sentido, Raúl González ha puesto en jaque a los rivales más arduos del mundo a nivel de clubes, anotando goles tan míticos y bellos como el del Vasco de Gama en la Copa Intercontinental del año 1998, o el de las fi nales de la Champions en 2000 y 2002 contra el Valencia y el Bayern Leverkusen respectivamente.
Por otro lado, gracias a su coraje, ha sido el único jugador blanco que ha callado a Barcelona, cuando en el minuto 86 de aquella noche del 13 de octubre de 1999, marcó el gol del empate en el Camp Nou contra el eterno rival y enmudeció a la afición blaugrana con una imagen que quedará grabada en las retinas de todos los madridistas.

Principio y fin
La Romareda se ha convertido en el estadio fetiche del delantero madrileño. El 29 de octubre de 1994, el estadio maño vio debutar a un diamante en bruto, gracias a que el técnico de entonces, Jorge Valdano, diera una oportunidad de oro al joven futbolista, que naturalmente sustituía a Emilio Butragueño. De esta forma, dejó auténticos ramalazos de calidad y fortaleza en el terreno de juego, con lo que todas las miradas se fijaron en él como el perfecto recambio del Buitre. Precisamente allí, Raúl anotó su último gol con la camiseta del Real Madrid, una historia casi perfecta para un jugador perfectamente cualificado para el fútbol -marcó el gol tras recorrerse la mitad del terreno de juego con una lesión en su tobillo-.
Aunque Zaragoza fuera testigo de su debut, el primer gol con la camiseta merengue lo consiguió ante el Atlético de Madrid en el Santiago Bernabéu, que ovacionó por primera vez a ese travieso delantero. Paso a paso fue configurando una carrera futbolística con una base profesional que estaba mantenida por perseverancia y la regularidad en el momento de luchar todos y cada uno de los balones que le llegaban a sus pies. Con estas premisas, los esfuerzos del delantero y los logros del club fueron desarrollándose paralelamente en la segunda mitad de la década de los noventa, para comenzar el siglo XXI como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. De hecho, el año 2001 pudo ser la gran oportunidad para que Raúl se convirtiera en el segundo futbolista español en conseguir el Balón de Oro (junto a Luis Suárez, 1960), sin embargo, la organización entendió que el galardón debía recalar en el jugador inglés Michael Owen.

Un emblema
Con este currículum, Raúl se ha convertido en el emblema del Real Madrid, peleando como el que más por obtener la victoria, enseñando a todos lo que significa jugar en el club, desprendiendo compañerismo y mostrando su lucha hasta el último día. Esperemos que la costumbre de la vigente presidencia madridista no sea la de prescindir (sin merecerlo) de verdaderas instituciones del club, como en su día fueron Vicente del Bosque y Fernando Hierro, que tras ganar la liga de la temporada 2002-2003, tuvieron que marcharse sin el debido reconocimiento por su afición. Ahora le ha tocado el turno a Guti y a Raúl... ¿Serán los próximos en salir de esta forma Iker Casillas y Sergio Ramos? Los valores del madridismo se sostienen gracias a jugadores como ellos, gente que ha mamado el interés por los colores desde muchos años atrás. Y no es una cuestión de jerarquía, como se apunta desde fuera del club, sino una cuestión de fidelidad y sinceridad con una camiseta que representa tanto en el mundo del fútbol.
Otra cuestión que está en el aire es quién será el sustituto de llevar el peso de ser el Siete del equipo. Aunque todas las quinielas apuntan a que el portugués Cristiano Ronaldo sea el elegido, el respeto por ese número quizás tendría otros candidatos para merecerlo, algún futbolista de la cantera que realmente sepa lo que supone tirar de ese número -que han llevado a sus espaldas Amancio, Juanito o Butragueño-. Sin embargo, el Florenteam poco tiene que ver con aquellos sentimientos que impregnan la historia del Real Madrid, con los fichajes de precios astronómicos que protagonizan los últimos capítulos de la historia del club.

Nueva aventura
Sea como fuere, el capitán blanco continuará su travesía por el fútbol europeo con el Schalke 04,
donde tendrá la oportunidad de registrar la marca goleadora más alta de la historia en competiciones europeas, desbancando al mítico futbolista alemán Torpedo Müller, que por ahora se mantiene dos goles por encima en su cuenta personal. Un reto, una nueva aventura y, en definitiva, un motivo para que Raúl siga realizando lo que más le gusta y lo que mejor saber hacer, aunque a partir de ahora, fuera de la casa blanca. En sus manos está que a partir de ahora no sea el siete de España o el siete del Real Madrid, sino que se pueda afi anzar como el Siete de Europa.