Art. Opinión
Aunque remonten en el Bernabéu 5-0, aunque se escuchen cantos de revancha en Madrid, aunque Valdano se niegue a pronunciar la palabra VERGÜENZA tras el encuentro. El Real Madrid ha sido ridiculizado ante el Alcorcón, que juega en 2ªB. Uno de los espectáculos más grotescos que la casa blanca ha vivido en su historia.
El Real Madrid visitó el estadio de Santo Domingo con varios titulares entre sus filas, pero con un espíritu y una casta que brillaron por su ausencia. El Alcorcón sin embargo, salió con una intensidad digna de considerar, para encerrar al Madrid en su campo y anotarle tres tantos que pudieron ser muchos más. Entre tanto, los jugadores madridistas vagueaban por el campo sin hacer ningún amago de enhebrar alguna jugada. Dudek se desesperaba ante la actuación que Metzelder (que no se enteró que estaba en el campo), llevaba a cabo en la línea defensiva.
Por otro lado, el árbitro perdonó a Guti la expulsión directa tras una feísima entrada a Sergio Mora. Este jugador no se merece lucir el brazalete de capitán del Real Madrid cuando Raúl se queda en la banqueta, pues no sabe controlar su sentimiento de ira ante situaciones como las vividas esta noche. Mucha chulería y poca caballerosidad.
Jugar en el Real Madrid se ha convertido en un cachondeo para sus militantes, que piensan más en la presentación de un Audi y en las fiestas nocturnas, que en contentar a sus aficionados en cada partido. Así, los nefastos resultados que se siguen obteniendo, tanto en juego como en el marcador, deberían de ser motivo para la reflexión.
Lo más indignante de esta situación es que muy posiblemente el Real Madrid remonte la eliminatoria en el Bernabéu y salgan a hombros de su estadio, como si de un episodio épico se tratara. A este equipo hay que propinarle un rotundo cambio disciplinar, para que sepan que aquí se juega al fútbol.