lunes, 29 de noviembre de 2010

Hostia con la mano abierta


Estoy cabreado, tengo los mofletes rojos y las orejas casi incandescentes. De nuevo un baño del FC Barcelona al Real Madrid. No hay excusas. El Mouteam ha perdido de forma brutal ante una apisonadora blaugrana que no ha dejado ninguna opción. No hay que dejar títere con cabeza en el equipo blanco tras este encuentro. Pero quiero focalizar mis críticas en dos payasos portugueses. El primero se llama Jose Morinho, que se ha ido con el rabo entre las piernas del Camp Nou tras calentar el partido durante varias semanas con su actitud desacertada. Además, ¿alguien entiende los cambios que hizo en el partido? Yo no.
Cristiano Ronaldo es el segundo luso que debería dejar sus mamarrachadas del césped y jugar al fútbol con el talento que demuestra asiduamente. Tiene unas cualidades únicas para ser el futbolista total, con potencia, velocidad, visión de juego, regate, desborde, gol... pero sus maneras le pierden. No tiene ni puta idea de lo que significa ese siete que lleva a las espaldas. Tiene que cambiar, porque los valores del Real Madrid pasan por él, ya que se ha convertido en el icono del club, con las consecuencias que esto acarrea. Si lo que más le gusta es exhibir su cuerpo, que se meta a modelo, y que la única Cibeles que visite sea la Pasarela. La imagen que ofrece ante una aficionado congruente es de un desequilibrado que no controla sus acciones en detrimento del equipo. Y eso pasa factura.
Siempre se dice que una cura de humildad es lo que le viene bien a este Real Madrid, pero este trance se ha alargado demasiado en el tiempo. Todos y cada uno de los futbolistas que visten la camiseta necesitan conocer las bases del Real Madrid, de lo que hay detrás de ese escudo, de esos colores, de esa bandera, y así, actuar en consecuencia. Ahora mismo están todos perdidos.
El Barça es tremendo, juega al fútbol a unos niveles muy superiores al Madrid y hoy lo han demostrado. Al Madrid le han metido cinco, pero me quedo con Pepe como el menos malo de los blancos. Sobre los demás: Khedira y Xabi, flojos y desacertados; Ramos y Marcelo, desquiciados; Carvalho, lento; Di María, acojonado; a Özil me hubiera gustado verlo más sobre el campo; Arbeloa, demasiado enloquecido. Sobre Casillas no puedo hablar mal, aunque le hayan metido cinco. Y a Lass, le puedo dar el aprobado.
Los de Chamartín todavía no se habían enfrentado a un equipo en condiciones esta temporada (lo que más se asemeja es el Atlético de Madrid...), y ahora han comprobado que todavía queda mucho por hacer. Pero es que esta frase también la hemos repetido en muchas ocasiones, por tanto no me vale. Hay que seguir mejorando y sobre todo, y como ya he dicho antes, hay que cambiar de actitud. Eso es fundamtenal. Pero además, necesitan correr tras la bola, algo que en esta noche no han hecho.
En la previa del partido, algunos medios de comunicación apuntaban a que la salida de Benzemá es inminente si no realizaba un buen encuentro. Espero que esta decisión sea la única noticia positiva que se haya fraguado en el día de hoy para la casa blanca.
Otro apunte que hay que aprovechar para comentar es la pésima actuación de Iturralde. ¡Qué árbitro más malo! Y con esto no quiero decir que haya beneficiado a ninguno de los dos equipos, sino que ha perjudicado a los dos. Menos mal que a este personaje le queda poco.
En fin, otro episodio más de un clásico que se ha convertido clásicamente en una meada. Vergüenza y paciencia. A los más pasionales, siempre nos quedará Raúl...

Hoy no es un clásico lunes



La jornada de Liga nos ha dejado muchas anécdotas. Las derrotas de Sevilla y Atlético de Madrid en casa, el gol en el último minuto del Athletic, el golazo de Senna en Zaragoza, la victoria de la Real en El Molinón...pero falta algo. Faltan los goles de Messi y de Cristiano, las genialidades de Iniesta y Özil, las paradas de Casillas y Valdés, los pases de Xavi y Xabi, la contundencia de Pepe y Piqué, las extravagancias de Mou y de Pep... En definitiva, faltan las actuaciones de Madrid y Barça.
Hoy se juega uno de los mejores partidos de la historia. Siempre un Barça-Madrid supone uno de los mejores partidos de la historia, pero éste es diferente. Se juegan el primer puesto, pero no sólo en la tabla clasificatoria de la Liga, sino en el concepto del fútbol. Dos clubes que han formado auténticos ejércitos deportivos y que chocan en un punto del calendario para delucidar quién es mejor.
Llevamos más de dos semanas esperando este momento, aprovechemos la cuestión deportiva, sin entrar en arcaicos arrebatos que desemboquen en peligrosos episodios. Hay que saborear el momento. Un lunes anormal, con mucho en juego. Un lunes insólito para un clásico sin igual.
Suerte y que gane el mejor.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Me faltan sombreros... a él no

Artículo de Opinión




Semanalmente me zampo los partidos de la Bundesliga del Schalke 04 desde que Raúl comenzara a vestir la camiseta alemana. Con el encuentro de esta tarde, me vuelvo a quitar el sombrero con el veterano futbolista. Y no sé cuántos sombreros quitados van en 16 años de su carrera profesional.
Su pundonor infinito traspasa fronteras a pesar de su edad, de su evidente cansancio, de jugar fuera de la órbita del Real Madrid con unos nuevos compañeros que están en las antípodas de los que tenía en la capital madrileña. El Werder Bremen ha sido su nueva víctima, endosándole un contundente hat-trick.
El Schalke salió al campo con las ideas bien claras: intentar alejarse de los puestos de descenso y conseguir obligatoriamente la victoria. Y así lo hizo. Pasaban los 22 minutos del encuentro cuando Metzelder anotaba de cabeza el primero para los azulones. Pero este gol no hizo que bajaran los brazos, sino que el equipo de Felix Magath siguió volcado contra la portería de Wiese.
La actuación de Kluge en el centro del campo fue contundente e impecable, así como la rapidez en el desborde de Farfán en el interior derecho. Pero apareció el protagonista. Raúl marcó el segundo de su equipo y el primero de su cuenta personal, tras un lanzamiento de falta de Edu, donde Raúl aprovechó el rechace para anticiparse a toda la defensa naranja y marcar. Así se fueron al descaso.
En la segunda mitad seguiría la exhibición del siete. Robaba balones en el centro del campo para comandar ataques, realizaba cambios de juego, movía al equipo a su antojo... y marcaba goles. Concretamente en el minuto 56 marcó su segundo tanto con un empalme de primeras, donde el guardameta del Werder no pudo atajar.
No obstante, el hat-trick se consumó con una auténtica obra de arte. Raúl le robó una pelota en el balcón del área a la zaga del Werder Bremen, se escoró por la derecha y, ante la salida del portero, ejecutó una perfecta vaselina. Y, por su puesto, toreó.
Desde el 26 de abril de 2009, ante el Sevilla FC (2-4) el madrileño no anotaba tres goles en un encuentro. Un saldo que Felix Magath supo aprovechar en el minuto 77 para que el público del Veltins-Arena reconociera con una merecida ovación a Raúl González Blanco.

lunes, 1 de noviembre de 2010

¿Atacará de nuevo?



DESDE EL BALCÓN DEL ÁREA

(Publicado en El Pueblo de Albacete, el 30 de octubre de 2010)
Artículo de Opinión


Aprovechando que estamos inmersos en las festividades americanas de Halloween, voy a narrar una terrorífica historia en la que el fútbol en general y algunos futbolistas en particular, son víctimas de la ira salvaje de un personaje holandés llamado Nigel de Jong.

Se le ve campar a sus anchas por ciertos estadios de fútbol para arrebatar el balón a sus contrarios... de la forma que sea. Sus estrategias son claras: patadas a la altura de la rodilla -o del pecho-, puñetazos en la barriga y sorprendentes saltos acrobáticos con los codos por delante, propio de Chuck Norris o Steven Seagal.

Sus víctimas son de cualquier tamaño, procedencia o trascendencia internacional. Xabi Alonso recibió una soberana coz en el pecho en la final del Mundial de Sudáfrica, donde el centrocampista holandés sólo recibió una tarjeta amarilla. El pasado día 3 del presente mes de octubre, Nigel De Jong atizó una patada a Ben Arfa en el encuentro correspondiente a la séptima jornada de la Premier League. El resultado: doble rotura de tibia y peroné. La pasada jornada de liga inglesa fue Cesc Fábregas el que sufrió la ira del sanguinario futbolista. 

¿Tendremos este fin de semana un episodio similar? Si el Manchester City sigue animándolo a que promulgue este juego sucio en el campo ampliándole la ficha, estos episodios quizás continúen. Pero lo más escalofriante de esta historia es que los jueces de campo no sancionan con dureza sus artimañas.

Aunque si hay que hablar de castigos, el seleccionador de la naranja mecánica Bert van Marwijk, ha sido el único en hacer un rechazo público de su comportamiento, dejándolo fuera de la selección holandesa.

Lo más sensato sería acabar de raíz con esta serie de terror, imponiéndole una sanción que esté a la altura de las consecuencias físicas y deportivas a las que son sometidas sus víctimas. Mientras tanto, el terror seguirá presente en las inmediaciones del Estadio Ciudad de Manchester y cualquier inocente jugador puede notar en su pierna la marca de los tacos del fiero tulipán. ¡Precaución, cándido futbolista! Hoy te puede tocar a ti...